jueves, 11 de junio de 2020

Cómo se forman las tormentas





La trama de los buenos argumentos
--cómo se va inflamando el horizonte;
cómo de norte a sur una delgada
hebra de patos lo cruza y se pierde
y la tensa expectativa del día—
te convence, por más que hayas pasado
tanto tiempo de tu vida creyendo
que la tormenta estalla de repente.

No. Es que estos y otros tantos golpes
de efecto te pasmaron, y además
en eso consiste tu humanidad,
en recortar, parcelar, definir
realidad para poder vivir: este
maravilloso aroma anuncia lluvia
a raudales; este otro, más acre,
la creciente, fragor entre las piedras.

Pero nada advertías en la nube
derivando rumbo al sur ni en los gallos
que cantan a deshoras ni en el raro
color de la madrugada. Ahora
en tu pequeño Larousse aparece
que escándalo del agua se origina en
hiato en el aire, cuarzo que se raja
y mudanzas apenas susurrantes.

2 comentarios:

  1. Muy bello y una delicada invitaciòn a reflexionar. Al menos eso me ocurriò. Pienso en cuàntos hiatos no reparè y cuàntas mudanzas no escuchè. Gracias.

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  2. Un abrazo, querida poeta. Te envié mail.

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