Medusa en la arena
Bailé con todo lo
traslúcido
de mi carne y de
mis órganos.
Giré, avancé y me
dejé
arrastrar hacia
la corriente,
allí donde se
mezclan aguas
quietas y
levemente tibias
con las de fría
escama y creo
ser una sola
turbulencia;
creo haber sido fiel al trazo
filosófico de mi época
y que nadie sabe
mi nombre
y sin embargo -oh
el placer
del agua helada-
creo.
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